sábado, 15 de noviembre de 2014
jueves, 13 de noviembre de 2014
¿COMO RECONOCER REACCIONES ADVERSAS A MEDICAMENTOS?
De
hecho las reacciones adversas a medicamentos pueden actuar a través de las
mismas vías fisiológicas y patológicas
como actúan las enfermedades, lo cual dificulta o hace imposible
distinguirlos. Sin embargo, la siguiente secuencia de pasos puede ser de ayuda
en la determinación de reacciones adversas a medicamentos:
1.
Asegure que el medicamento ordenado es
el medicamento que se está utilizando por parte del paciente y en la dosis
prescrita.
2.
Verifique que el inicio de la sospecha
a reacción adversa tuvo lugar después de la administración del medicamento, no
antes y verifique cuidadosamente lo observado en el paciente.
3.
Determine el intervalo entre el inicio
del tratamiento con el medicamento y el comienzo del evento.
4.
Evalúe la situación después de
suspender o disminuir la dosis y monitoreo el estado del paciente. Si resulta
apropiado restituya la administración del medicamento y observe si hay
recurrencia del evento adverso.
5.
Explore causas alternativas (fuera del
medicamento) que pudieran por ellas
mismas haber ocasionado la reacción.
6.
Use información de literatura relevante
reciente y su experiencia como profesional de la salud en materia de reacciones
adversas a medicamentos y verifique si existen reportes previos concluyentes de
esta reacción. El centro Nacional de Farmacovigilancia y los centros de
información sobre medicamentos son fuentes importantes de información acerca de
las reacciones adversas a medicamentos.
7.
Reporte cualquier sospecha de reacción
adversa a medicamento a la persona designada por el hospital para notificar al
centro nacional de Farmacovigilancia o hágalo usted directamente.
CLASIFICACIÓN DE LAS REACCIONES ADVERSAS.
EFECTOS TIPO A (‘ACCIONES DEL FÁRMACO’):
Son
aquellos que son debidos a los efectos farmacológicos (aumentados). Los efectos
de Tipo A tienden a ser bastante frecuentes, dosis-dependientes (por ejemplo,
más frecuentes o intensos con dosis superiores) y, a menudo, pueden ser
evitados usando dosis más apropiadas para el paciente individual.
Estos
efectos pueden normalmente ser reproducidos y estudiados experimentalmente y,
frecuentemente, están ya identificados antes de su comercialización.
Las Interacciones entre
fármacos, especialmente las interacciones farmacocinéticas, pueden clasificarse
como efectos de Tipo A, aunque se restrinjan a una sub-población de pacientes
(por ejemplo, los usuarios del fármaco que interacciona).
EFECTOS TIPO B (‘REACCIONES DEL PACIENTE’)
Suceden
en solo una minoría de pacientes y muestran una mínima o ninguna relación con
la dosis.
Normalmente son poco
frecuentes e impredecibles, y pueden ser graves y característicamente difíciles
de estudiar. Los efectos de Tipo B pueden ser tanto inmunológicos, como no
inmunológicos y manifestarse solo en algunos pacientes con factores
predisponentes, a menudo desconocidos. Las reacciones de tipo inmunológico
pueden variar desde erupciones (rashes), anafilaxia, vasculitis, lesión
orgánica inflamatoria, hasta síndromes autoinmunes muy específicos.
EFECTOS
TIPO C:
Se refieren a situaciones en las que la
utilización del medicamento, a menudo por razones desconocidas, aumenta la
frecuencia de una enfermedad
"espontánea". Los efectos de Tipo C pueden ser graves y
frecuentes (e incluyen tumores malignos) y pueden ocasionar efectos acusados en
la salud pública. Los efectos de Tipo C pueden ser coincidentes, y a menudo estar relacionados, con efectos
prolongados; frecuentemente no hay secuencia temporal sugerente y puede ser
difícil de probar la asociación con el fármaco.
REACCIONES ADVERSAS A MEDICAMENTOS
Dentro
de los problemas relacionados con medicamento han sido de especial interés las
reacciones adversas a los mismos las cuales se definen como: "una
respuesta a un medicamento que es nociva y no intencionada, y que se produce
con las dosis utilizadas normalmente en el hombre".
En esta descripción es importante ver que se
involucra la respuesta del paciente, que los factores individuales pueden tener
un papel importante y que el fenómeno es nocivo (una respuesta terapéutica inesperada,
por ejemplo, puede ser un efecto colateral pero no ser una reacción adversa).
También es importante considerar la reacción
adversa inesperada que se define como "una reacción adversa, cuya
naturaleza o intensidad no es consistente con la información local o la
autorización de comercialización, o bien no es de esperar por las
características farmacológicas del medicamento". El elemento predominante
en este caso es que el fenómeno sea desconocido.
PROBLEMAS RELACIONADOS CON MEDICAMENTOS
Son problemas de salud entendidos como resultados
clínicos negativos, derivados de la farmacoterapia que, producidos por diversas
causas, conducen a la no-consecución del objetivo terapéutico o a la aparición
de efectos no deseados.
IMPORTANCIA DE LA FARMACOVIGILANCIA
A nivel
mundial es necesario el incremento de los esfuerzos de las autoridades
encargadas de vigilar la calidad e inocuidad de los productos farmacéuticos, la aparición de problemas relacionados
con medicamentos implican para la sociedad costos muy altos en el gasto de
salud pública, todos los esfuerzos que se hagan para disminuir la aparición de
problemas relacionados con medicamentos, eventos adversos y reacciones adversas
se verán ampliamente recompensados, inicialmente con vidas humanas y
mejoramiento en la calidad de vida, y posteriormente en ahorro monetario en los
gastos de salud pública.
Las redes de fármacovigilancia son por
lo tanto algunas de las herramientas más valiosas y aportan beneficios
innumerables para cumplir este objetivo, siempre y cuando cuenten con la
colaboración de profesionales idóneos que notifiquen las posibles
reacciones adversas a medicamentos en reportes con información veraz,
completa y objetiva
QUE ES LA FARMACOVIGILANCIA
La Farmacovigilancia es la actividad de salud pública cuyo
objetivo es la identificación, evaluación y prevención de los riesgos del uso
de los tratamientos farmacológicos una vez comercializados. Por lo tanto, está
orientada inevitablemente a la toma de decisiones que permitan mantener la
relación beneficio/riesgo de los medicamentos en una situación favorable, o
incluso suspender su uso cuando esto no sea posible.
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